Señores/as de Realidad Paralela:
Me llamo Jesús, soy un sevillano aficionado a los temas ocultos y les escribo esta carta para relatarles una extraña e insolita experiencia vivida en primera persona hace algunos años.
Poseo un apartamento en El Portil (Huelva) donde paso la mayor parte del verano y visito frecuentemente en los meses de invierno. En uno de mis habituales paseos por las dunas - cerca de la laguna - llevaba un trozo de cuerda nueva con la que jugueteaba entre mis manos. Harto de andar me senté para descansar y la solté en el suelo. Tras un buen rato me levanté para marcharme a casa, entonces, busqué a mi lado, justo donde había soltado la cuerda pero a pesar de mi insistencia en encontrarla mis esfuerzos fueron inútiles, parecía que se la hubiese tragado la tierra. Continué mi camino hacia casa pensando en la forma tan misteriosa en que había desaparecido aquella cuerda, pues allí solo estaba yo.
Pasó el tiempo y en mis paseos descansaba habitualmente en el mismo lugar donde perdí la cuerda y aunque a veces me acordaba no le dí más importancia a lo sucedido.
Aproximádamente un año después caminando por la zona me senté en el mismo lugar y cual sería mi sorpresa cuando junto a mi ví que se encontraba la cuerda que un año atrás perdí en aquel lugar. Lo insólito y curioso del caso es que esta era la misma pero se encontraba limpia y nueva, igual que si acabase de ponerla en el suelo. El invierno anterior fue prolijo en lluvias, inundaciones y fuertes vientos por lo que se me pusieron los vellos de punta cuando encontré la cuerda en perfecto estado, insitu, nueva y limpia como el primer día e incluso con los nudos correspondientes que yo le hice.
Sucedido esto se lo comenté a un buen amigo sensitivo el cual examinó detenidamente la cuerda sin encontrar nada raro. Tras esto le propuse que se la llevara a casa y a pesar de su negativa - decía que era una especie de amuleto o recuerdo que yo debía tener - este acabó aceptando y guardandola a buen recaudo para que nadie pudiese cogerla o perderla. Tiempo después y ante su asombro la cuerda volvió a desaparecer.
Sin más espero que mi experiencia sea de vuestro agrado ya que no sé como se pudo producir ese fenómeno, aunque mi amigo sensitivo refirió la hipótesis de la puerta dimensional.
Poseo un apartamento en El Portil (Huelva) donde paso la mayor parte del verano y visito frecuentemente en los meses de invierno. En uno de mis habituales paseos por las dunas - cerca de la laguna - llevaba un trozo de cuerda nueva con la que jugueteaba entre mis manos. Harto de andar me senté para descansar y la solté en el suelo. Tras un buen rato me levanté para marcharme a casa, entonces, busqué a mi lado, justo donde había soltado la cuerda pero a pesar de mi insistencia en encontrarla mis esfuerzos fueron inútiles, parecía que se la hubiese tragado la tierra. Continué mi camino hacia casa pensando en la forma tan misteriosa en que había desaparecido aquella cuerda, pues allí solo estaba yo.
Pasó el tiempo y en mis paseos descansaba habitualmente en el mismo lugar donde perdí la cuerda y aunque a veces me acordaba no le dí más importancia a lo sucedido.
Aproximádamente un año después caminando por la zona me senté en el mismo lugar y cual sería mi sorpresa cuando junto a mi ví que se encontraba la cuerda que un año atrás perdí en aquel lugar. Lo insólito y curioso del caso es que esta era la misma pero se encontraba limpia y nueva, igual que si acabase de ponerla en el suelo. El invierno anterior fue prolijo en lluvias, inundaciones y fuertes vientos por lo que se me pusieron los vellos de punta cuando encontré la cuerda en perfecto estado, insitu, nueva y limpia como el primer día e incluso con los nudos correspondientes que yo le hice.
Sucedido esto se lo comenté a un buen amigo sensitivo el cual examinó detenidamente la cuerda sin encontrar nada raro. Tras esto le propuse que se la llevara a casa y a pesar de su negativa - decía que era una especie de amuleto o recuerdo que yo debía tener - este acabó aceptando y guardandola a buen recaudo para que nadie pudiese cogerla o perderla. Tiempo después y ante su asombro la cuerda volvió a desaparecer.
Sin más espero que mi experiencia sea de vuestro agrado ya que no sé como se pudo producir ese fenómeno, aunque mi amigo sensitivo refirió la hipótesis de la puerta dimensional.
Un saludo.
Lector: Jesús
6 de septiembre del 2007